¿Sabes cuándo toca llevar un vestido largo a una boda?
Pues la verdad es que no tiene pérdida:
Si la boda es de día de largo largo solo deberían ir las madrinas, las testigos, las hermanas de los novios y las amigas íntimas si lo piden las novias. El resto de invitadas irán de corto. Pero como en todo, el protocolo será el que nos de algo más de cuartelillo o nos marque una etiqueta estricta. Siempre dependerá del estilo y el lugar de la celebración Sin embargo, hoy en día todo es mucho más flexible: no se trata de seguir las normas al pie de la letra, sino de adaptarlas al sentido común y al estilo propio, en caso de duda, llama a tu amiga (a la que se casa) y consúltale el tema.
Las invitadas que se decidan por lucir un vestido largo en una boda matinal deberán tener en cuenta algunos datos:
Si la boda se celebra en el campo o en la playa junto al mar, los vestidos largos, vaporosos y de líneas fluidas son la clave. Aquí si estaría permitido el vestido largo con independencia de la hora en que se celebre la ceremonia. Si apuestas por él, elígelo en un color alegre pero no excesivamente llamativo y acompáñalo de complementos sencillos y maquillaje y pelo naturales. ¡Menos es más!
El tocado es siempre opcional e irá en función del tipo de vestido que lleve la invitada: a mayor importancia, más completo será este accesorio. #LolitaTip: Nunca deberá dificultarnos la vista ni la vida. Mucho menos las de otros invitados.
Si la boda es de noche, tienes carta blanca para presumir de vestido largo y solo tendrás que elegir entre estampado, liso, con pedrería,... Para acertar debes tener en cuenta cuándo, cómo y dónde se va a celebrar la boda, si será en una ciudad o en una playa, en una finca o en una catedral y, sobre todo, qué tipo de invitados asistirán. La elegancia es armonía y coherencia no sólo contigo misma sino también con el entorno.